Me ven hablando con un delfín verde y por eso me llaman loca...

El día que conocí a Isaac.

No se precisar bién que año, si bien en 1989 o 1990. Tampoco recuerdo bién la estación aunque lo más lógico es pensar que fué en verano. Cuando mis amigos del pueblo donde vivía (Sant Celoni) pasaban todo el verano en lugar de venir solo los fines de semana.

Mis padres y yo marchamos a trabajar a una finca a cuidar caballos, perros, gallinas y otros animales de granja. Fué el fatídico año de 1988 cuando después de perder yo mi primer empleo y mi padre llevar ya bastante tiempo sin uno, en el que murió mi hermano. Desolados, no había nada que nos anclara a Barcelona ciudad, y mi padre dispuso de buscar empleo como guarda de fincas. A su primera entrevista en la que pedían un matrimonio para guardar una hípica, fueron seleccionados. Marchamos en Abril, menos de un mes después de la muerte de mi adorado hermano.

Yo era muy reacia a marcharme, estaba en plena edad del pavo, en la adolescencia cruel en la que te vuelves sumamente egoísta. Finalmente cedí y después de unos dias sola en Barcelona en mi casa, me marche a Sant Celoni con mis padres. Lo que supuso una alegría para ellos y la frase que me dijo mi padre que nunca se me olvidará: Menos mal que has venido, por que encima que somos pocos (3) que no esté cada uno por su lado.

No me costó hacer amigos en la urbanización, chavalines algo más jóvenes que yo que solía ver por el pueblo cuando íbamos a comprar y que armaban ruido con las motos los fines de semana.

Yo aún me sentía unida a la ciudad y bajaba a Barcelona cada semana al principio. Luego cada 2 y finalmente a primeros de cada mes que es cuando mi padre cobraba. Ya que yo no trabajaba me dedicaba a ayudarle a el en las labores de la hípica.

Así un día es como conocí a aquel fantástico grupo de críos, algunos más maduros que otros. Yo era la mayor de todos y el más joven tendría 12 años más o menos. Nos pasábamos el día entero fuera de casa con las motos y disfrutábamos mucho. Estábamos en plena naturaleza sólo quería ir cada mochuelo a su olivo para comer. Entre semana éramos solo dos familias que vivíamos allí y esperábamos con ávidez que llegase el viernes para ver a nuestros amigos. Cada cual desde su casa se asomava por el camino más alto e iba viendo como iban llegando los coches de nuestros amigos con sus familias. Así que el sábado era mejor día. Era el día que podíamos estar todos juntos y temíamos que llegase el domingo por la tarde, por que era cuando partían para la ciudad.

Fuimos siempre los mismos, un mismo nucleo, chicos y chicas. Pronto se añadío el hermano de una amiga del cual me enamoré perdidamente. Iván. Por el cual dejé de bajar a Barcelona, para no perderme ni un momento con el.

Pero eso es otra historia. Más dulce, que nunca empezó peró que nunca olvidaré...

Un buén dia uno de los chicos del grupo (Jaime) trajo a otro chico David. Sus padres se estaban haciendo una torre al lado de la suya y pronto les unió el amor a las motos. David captó enseguida la atención de todas las chicas del grupo menos a mi. Yo sólo pensaba en Iván. David era alto con el pelo rizado y media melena de color pajizo. Los ojos claros no recuerdo si verdes o azules y tenía la mejor moto de todo el grupo a excepción de mi amiga Kima que tenía la mejor. David era de una edad como la mía más o menos 18 años. Pronto se hizo el lider del grupo, solía hablar de política, de los nazis y de cosas que yo no pero muchos de los demás desconocían. Le escuchaban como los apóstoles escuchaban a Jesucristo. Horas y horas con las motos aparcadas en medio del campo, sentados todos en el suelo, otros en sus motos, pero siempre escuchando.

Como no teníamos nuestros ratos de risas que hacían que te doliera todos los músculos del cuerpo. Y esos momentos eran los mejores.

Un buen día David se presento de una manera que nos dejó k.o. Vino con el pelo rapado. No quedaba ni un ápice de sus rizos ni de su color. Rapado al cero completamente.

Nos dije que esa tarde de sábado iba a venir su primo Isaac, y estaba realmente emocionado, miraba su reloj constantemente por que había de ir a buscarlo a la estación del pueblo. Jaime le acompañó. Y pasado un rato llegaron los 3.

Isaac era como una fiera, de mi edad más o menos. Iba con la cabeza rapada, gafas de sol, y una estética skin que ponía los pelos de punta. Nos enseñó orgulloso sus botas militares con punta metálica. Traía una bolsa de deporte y uno de la panda le dijo que llevas ahi? Y el dijo mirad. La bajó de la moto de su primo, la tiró al suelo y abrió la cremallera. Todos nos asomamos al tiempo que sacaba (sorpresa) un bate de béisbol. Yo sabía lo que era un skin, pero nunca había hablado con uno y mucho menos había visto ese material. Además del bate, llevaba unos luchacos y varios puños de acero.

Entonces en el pueblo había poca inmigración, y era musulmana y negra prácticamente. Eran muy pocos.

David pregunto: Luego más tarde bajamos a darle al tambor un rato no????
isaac le dijo: no, vamos ya!!! Por lo visto en el pueblo se habían quedado 2 amigos de Isaac.
Alguién valiente preguntó (por que pocos nos atrevíamos a preguntar que era tocar el tambor). Isaac contestó: Eso quiere decir que vamos a limpiar el pueblo de negros y patear algunas cabezas!!!.

Nos quedamos horrorizados. Algunos por curiosidad fuimos al pueblo, yo estuve a punto de ir a la guardia civil, pero me dió miedo, mucho miedo.

Y ellos avanzando con la moto nos dejaron atrás excepto uno de los de nuestro grupo.

Y es que ese dia conocí a Isaac L. F. un chico lleno de odio. Siguiendo esa ideología nazi es como acabó en prisión 2 o 3 años después. Al matar a un travesti en Barcelona a patadas con sus amigos, y herir a 2 indigentes.

Y con esto quería decir. Que conocí a la semilla a Isaac que era y seguro debe ser...La semilla del odio que germina en España y de la ultraderecha que cada día se acerca más hacía el pueblo. Por que un tiempo dejamos entrar a mucha gente en nuestra tierra. Ahora queremos que se marchen. Pero algunas maneras no son aceptables para mi.

Por que el dia que conocí a Isaac es como si hubiese conocido al mismísimo diablo...